¿Eres feliz porque cantas o cantas porque eres feliz? Es decir ¿una emoción agradable hace que pases a la acción de cantar o la acción de cantar hace que sientas una emoción agradable? Parece ser que cuando cantamos el cuerpo genera endorfinas, neurotransmisores que levantan el ánimo y hace que tengamos buen humor.
Todos sabemos, que cuando nos exponemos delante de un público para hacer un discurso, el miedo se activa y en consecuencia la adrenalina y el cortisol comienzan a tener su protagonismo. Esto quiere decir que hay una emoción menos agradable que no nos deja estar presentes y tampoco nos deja conectar con nuestro público.
Ante este problema, he querido poner mi granito de arena y he encargado una canción para los más peques de «El Show de la Palabra». Amy Cuddy, psicóloga y autora del libro «El poder de la presencia» dice que un discurso puede ser como una canción, la gente conecta con la letra y se siente reconocida al saber que alguien también ha pasado por lo mismo.
Pues he seguido los consejos de Amy y he creado una canción en colaboración con el equipo de Canciona. En cuanto me puse en contacto con ellos me pidieron que les contase la historia de «El Show» y así lo hice, después ellos pusieron la música, pusieron cariño a la letra y eligieron una voz que conectase con los niños y jóvenes de «El Show de la Palabra».
El objetivo de esta canción es que mis alumnos se sientan reconocidos con la pequeña Mónica que un día descubrió que podía gestionar su miedo escénico y convertirse en la mejora comunicadora del mundo mundial. Comparto con todos vosotros la letra de la canción y el audio para que se convierta es vuestro himno de guerra antes de salir a hacer un presentación en público.